Desde el 6 de octubre de 2022, el alcalde de Ponce, Luis M. Irizarry Pabón, se encuentra en medio de una seria investigación política. El Departamento de Justicia y la Oficina del Panel para el Fiscal Independiente iniciaron una exhaustiva pesquisa relacionada con un controvertido "préstamo popular" que saltó a la luz después de una entrevista con el periodista Luis Jose Moura en Radio Leo, donde el alcalde confirmó que estaba siendo investigado por agencias locales.
La investigación del PFEI se desencadenó tras un referido del Departamento de Justicia, que alega que Irizarry Pabón habría logrado que sus subalternos pagaran un préstamo en su nombre, utilizado en parte para financiar su campaña en las elecciones de 2020. Además, la pesquisa arrojó luz sobre la presunta recepción de donaciones ilegales que no se reportaron en los informes trimestrales presentados a la Oficina del Contralor Electoral de Puerto Rico. Esto resultó en una multa de $159,944.24 para el Comité Municipal del PPD de Ponce y el Comité Amigos Luis Irizarry Pabón por violaciones a la Ley sobre el Financiamiento de Campañas.
Ante estas acusaciones, el alcalde ha mantenido su inocencia, denunciando que es víctima de persecución política. Ha señalado a varias personas, incluyendo a Tomas Rivera Schatz, portavoz de la minoría penepé en el Senado, el presidente del PNP en Ponce, Pablo Colon Santiago, Jaime Rivera Batiz, un líder comunitario residente en Ponce, y dos directivos de su campaña electoral, Oscar Nazario y Luis Baez. También ha acusado al investigador del Departamento de Justicia Pedro Juan Mateo Casado de ser un analista del PNP. Pero no ha presentado evidencia alguna sobre su inocencia.
Las renuncias, como la del co-presidente del Comité de Transición, el licenciado Rolando Emmanuelli, quien acusa al alcalde de errores éticos y de violar la separación de iglesia y estado, junto con la del ex director de Emergencias Médicas Municipales, Jorge Mercado, quien alega persecución política por parte del alcalde, han empañado aún más la administración de Irizarry Pabón.
Hoy, el alcalde tendrá la oportunidad de defenderse en los foros pertinentes y presentar la evidencia que dice tener en su poder para ser exonerado de toda culpa. Sin embargo, para la Ciudad de Ponce, este episodio oscuro es un triste recordatorio de pasadas acusaciones de corrupción que la llevaron a su punto más bajo. La esperanza radica en líderes que prioricen los intereses de su pueblo sobre los propios, siguiendo el ejemplo de figuras como Churumba Cordero, que trabajaron incansablemente para restaurar el señorío y orgullo de los ponceños.
Como reza el refrán, "los pueblos tienen lo que se merecen", pero Ponce merece líderes que estén a la altura de su historia y legado, y no más vergüenzas políticas. Solo aquellos que sirvan con integridad serán recordados con favorabilidad en la historia de la ciudad.
Comments