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Writer's pictureEl Vigia

ANTE MI DIAGNÓSTICO: "TENGO FE, ESPERANZA Y GANAS DE VIVIR




Mi nombre es Erika Marie Cortés García. Nací en la hermosa ciudad de Ponce el 26 de febrero de 1991, por lo que actualmente tengo 32 años. Mis padres son Erasmo Cortés González y Myrta García Pacheco.


Desde mi nacimiento, he estado involucrada en iniciativas relacionadas con el cáncer. Mi madre trabajó en la Sociedad Americana Contra el Cáncer durante 33 años y fue Directora de la Unidad Sur. Desde que tengo uso de razón, siempre fui voluntaria junto a mi hermana por esta causa.


Por eso, he tenido muchas experiencias con personas que han sido impactadas por este tipo de condición. En 2014, realicé mi práctica de Bachillerato en Psicología Forense con Énfasis en Servicios de Rehabilitación en el Instituto de Oncología Moderna del Dr. José A. Cangiano. Allí entrevisté a diversos pacientes y cuidadores, escuchando sus experiencias y los desafíos que enfrentan tras un diagnóstico como este. Lo que no sabía en ese momento es que, siete años después, ese lugar donde hice mi práctica se convertiría en mi centro de tratamiento y el Dr. Cangiano en mi oncólogo.


En 2019, mientras me bañaba, noté una pequeña masa en mi seno derecho. Como leí que, por lo general, a mi edad estas masas son benignas, ignoré el cambio en mi cuerpo. A finales de 2020, noté que esa masa estaba creciendo, pero me autoconvencí de que no era motivo de preocupación y que posiblemente se trataba de una infección. Ahora aconsejo que nunca se ignoren estos cambios.


Finalmente, en 2021, después de completar mi Maestría en Consejería en Rehabilitación, iniciar una relación con quien ahora es mi esposo y comenzar a trabajar en la Sociedad Americana Contra el Cáncer, decidí consultar a un médico para verificar la masa en mi seno. El 25 de mayo de 2021, recibí el diagnóstico de cáncer de seno con metástasis en la categoría 4. Recuerdo la expresión preocupada del médico al darme esta noticia. Por un momento, me sentí como si estuviera fuera de mi cuerpo y no reaccioné. Solo intentaba escuchar atentamente lo que me decía.


Después del diagnóstico, la parte más difícil para mí no fue aceptar la noticia, sino compartirla con mi familia. Delegué esta tarea, reconociendo que no estaba lo suficientemente fuerte para hacerlo por mí misma.


Desde entonces, mi vida y mi perspectiva han cambiado por completo. Mi experiencia con el cáncer ha tenido altibajos, pero, si soy sincera, más altibajos. He experimentado momentos de tristeza, duelo, culpa, miedo y baja autoestima. Sin embargo, gracias al apoyo inmenso de mi familia, amigos, esposo, compañeros de trabajo, médicos y desconocidos que me han apoyado a través de grupos de oración en Facebook, he superado los desafíos que esta condición ha presentado hasta ahora.


Las oraciones, el amor y las palabras de aliento que he recibido de cada persona han sido como un bálsamo en esta trayectoria. Siempre digo que el amor es una medicina, y su amor definitivamente ha sido sanador para mí.


En marzo de 2022, un año después del primer diagnóstico, me diagnosticaron metástasis en el cerebro debido a un episodio de convulsiones. A diferencia de la primera vez, esta vez me sentí presente. Sabía a lo que iba y estaba decidida a luchar, sin importar lo que tuviera que enfrentar.


En abril de 2022, solo tres días antes de mi boda, me sometí a una radiocirugía para tratar las lesiones cerebrales. Actualmente, estoy recibiendo tratamientos orales, incluyendo Xeloda (una quimioterapia oral) y Tukysa (un inhibidor que bloquea el gen HER2 en las células cancerosas).


En julio de 2023, recibí radioterapia en el cerebro, ya que las lesiones comenzaron a crecer nuevamente. El 4 de octubre de 2023, recibí la noticia de que la metástasis se había diseminado por el cerebro y que la prognosis de sobrevivencia es muy pobre.


A pesar de esta noticia, mi fe y esperanza continúan fuertes, y estoy decidida a luchar hasta que Dios lo determine. Estoy planeando recibir tratamiento experimental en los Estados Unidos y, aunque no garantiza el éxito, tengo fe en que será beneficioso. Por esta razión, humildemente pido ayuda económica para sostenerme mientras recibo tratamiento en los Estados Unidos, ya que estaré tomando un tiempo para cuidar mi salud. Agradeceré cualquier donación, por pequeña que sea. También pido que, si tienen un momento en su día, hagan una oración o envíen vibras positivas, ya que su apoyo es invaluable.


En resumen, durante todo este proceso, he visto la gracia de Dios, el apoyo incansable de mi familia, la bondad de amigos y extraños. He aprendido a valorar cada día que estamos aquí como una bendición para ser felices y ayudar a otros a serlo. Gracias por todo el apoyo, las oraciones y el amor que han brindado.


Para donaciones, pueden contactarme a través de Ath Movil al 787-341-0797 o visitar mi enlace de Paypal: hƩps://www.paypal.me/erikax2?locale.x=en_US





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