El Colegio de Actores de Puerto Rico se solidariza con los actores, actrices y artistas en general, de nuestro archipiélago El Gran Puerto Rico, que enfrenten acciones en contra de los derechos constitucionales y humanos, y convoca a los actores y actrices de Puerto Rico, así como a la ciudadanía en general, a una manifestación que se dará el miércoles 1 de marzo de 2023, a las once de la mañana, frente a la Casa Alcaldía del municipio de Ponce.
En los pasados días, y a raíz de lo sucedido en Ponce con expresiones y acciones de la primera dama Miyady Velázquez y el honorable Luis Irizarry Pabón, alcalde del municipio de Ponce, relacionadas a la censura en el arte, las terapias de conversión para la comunidad LGBTQ, y la religión como norte en la toma de decisiones del gobierno, nosotros, la Junta del Colegio de Actores, tomamos las riendas de nuestras emociones para darnos a la tarea de estudiar e investigar lo concerniente a los derechos constitucionales y humanos en nuestra nación. También, consultamos abogados.
A estas alturas, podemos afirmar que no somos expertos, pero conocemos nuestros derechos. Sosteniendo el estandarte de esos derechos, y conscientes del peligro de no defenderlos, expresamos que no entraremos en pugnas religiosas, ni en debates sobre el tema de la moral en el criterio de la libertad de expresión.
La libertad de ideas y de expresión no son asuntos decididos por mayoría, son derechos humanos amparados por la Constitución. En Puerto Rico, rigen dos Constituciones, la de Estados Unidos y la del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, ambas son muy específicas.
La mayor parte de los casos de violación a los derechos constitucionales y humanos, es por la ignorancia. A veces, esa tesis está más que reforzada por líderes religiosos, y a veces esa agenda es la agenda del gobernante. Tanto en un caso como el otro, o en el caso que sea, violar los derechos constitucionales y humanos es un crimen, que si no se detiene, genera el odio y la desunión.
Los actores y actrices, así como todos los ciudadanos en una democracia donde hay separación de iglesia y estado, y existe la libertad de expresión, en sus capacidades jurídicas personales, tienen derecho a negarse a hacer, una obra de teatro, por ejemplo, si la pieza, va contra sus creencias y punto de vista sobre determinado tema. En su carácter jurídico personal, un gobernante tiene el mismo derecho. El mismo derecho lo tienen las instituciones privadas que funcionan para sus fines determinados. Pero el gobierno no es una institución privada y el gobernante no puede funcionar desde su juicio personal.
Un gobernante, o una institución pública, que dirige los motivos por los cuales una obra de arte merece ser apreciada o no por el público, viola un derecho constitucional. Esto se hace mucho en Puerto Rico porque lo permitimos. Pero es un delito.
Por otro lado, un hueco en la permisibilidad de la censura continúa siendo censura. Catalogar obras de teatro, evaluadas por dos personas, una de las mismas, el primer ejecutivo de una ciudad, es un acto de censura.
En cuanto a las terapias de amor de la primera dama ponceña: Sustituir la palabra conversión por la palabra amor, no cambia el objetivo. Usar besos, abrazos, caricias y palabras bonitas para convencer a un recipiente de cambiar su comportamiento no binario porque se debe a un trauma en su niñez, es una manipulación malsana. El Colegio de Profesionales de Trabajo Social en Puerto Rico se manifestó, con propiedad experta, sobre el particular. Alentamos a la ciudadanía a buscar información seria y fidedigna con esa entidad.
Los tribunales de muchos países han dejado claro que las creencias religiosas no son una licencia para castigar, para reprimir o discriminar. Quitar una obra de arte de un espacio público porque al gobierno le parece pagana, es una acción estulta, sobre la cual es penoso argumentar. ucación.
Le pedimos al señor alcalde que le haga justicia a la pintura del artista ponceño Alfredo Bauzá, “El alma de nuestro pueblo”, y la regrese a su lugar, en la escalera principal de la Casa Alcaldía en Ponce, de donde fue removida en el verano de 2021 por, a legadamente, considerarla pagana.
Hay organizaciones mundiales como la ONU, Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otras, que asesoran y velan por el cumplimiento de nuestros derechos. De la misma manera, existen en nuestra nación organizaciones, como el Pen de Puerto Rico Internacional, que vela por los derechos de la libre expresión. Hay mucha información fidedigna y accesible a la cual debemos acudir, si deseamos sostener una posición, libre de prejuicios basada en la justicia y datos exactos. Nosotros continuaremos asesorándonos.
Le pedimos al señor alcalde, a tono y de la mano, con la ciudad señorial, una de las ciudades más ricas en cultura y florecientes de nuestro archipiélago, que se retracte y desista en su empeño de implementar censura en la libre expresión y en el arte, aunque, sustituya la palabra censura por clasificación. Le pedimos que proteja y ampare los derechos constitucionales y humanos de los todos ciudadanos.
La defensa de los derechos de un solo ser humano, aunque sus ideas sean contrarias a las nuestras, implica la defensa de nuestros propios derechos. Si nos unimos con ese objetivo en común, ganaremos pasos agigantados en la defensa de la libertad, y la felicidad de todos.
Exhortamos a todos los ciudadanos, e instituciones, sin importar el credo, raza, género, o cualquier clasificación que pueda separarnos, a unir esfuerzos en esta gestión, de la misma manera, exhortamos a todas las instituciones privadas. Únanse a la manifestación que se llevará a cabo el próximo miércoles 1 de marzo de 2023, a las once de la mañana, frente a la Casa Alcaldía, en Ponce.
Los esperamos,
José Vidal Martínez Presidente Colegio de Actores de Puerto Rico
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