Por #MuseoPanchoCoimbre - La Ciudad Señorial de Ponce y la comunidad deportiva en especial la gran familia del Baloncesto lamentan la partida del gran dirigente ponceño Carlos Mario Rivera Muñoz esta tarde.
El personal del Museo Pancho Coimbre Ponce enviamos nuestro sincero pésame a su familia hijos, hermanos y su familia extendida del baloncesto.
Carlos Mario Rivera Muñoz fue exaltado a la Galería de Inmortales del Deporte Ponceno en el 2002.
Nació el 1ro de abril de 1956, en Ponce. Carlos Mario es uno de los dirigentes más exitosos de la ciudad señorial, en categorías menores, juveniles, universitarias y superior.
Su carrera como dirigente inició en 1980 en Jardines del Caribe, aunque su primera experiencia en el Baloncesto Superior tuvo lugar un par de años antes como ayudante estadístico de los Leones de Ponce.
Fue el motor impulsor de las categorías menores en Ponce, las cuales Desarrollo exitosamente junto a los doctores Luis Arroyo Rivera y el Dr. Ronald Amy, así como el abogado Luis “Flecha” Rodríguez.
Dirigiendo a este nivel condujo a los equipos ponceños a campeonatos de Puerto Rico en los torneos pre-novicios, novicios y juvenil durante los años 80.
Fue el quien desarrolló los jóvenes que luego brillaron con luz propia en el Baloncesto Superior Nacional con los Leones de Ponce y con otros quintetos, como Javier A. “Toñito” Colón, Carlos “Charlie” Lanauze, Julián Rodríguez, Pedro Albizu, Johnny Caraballo, Wilhemus Caanen, entre otros. En esa misma década dirigió por dos temporadas a las Leonas de Ponce en el Baloncesto Superior Femenino.
Luego en 1992 condujo a los Pioneros de la Pontificia Universidad Católica a su primer título de baloncesto de la LAI, para volver a ganar campeonatos interuniversitarias de forma consecutiva en 1994 y 1995. Por estos logros en las Justas Interuniversitarias fue exaltado al Pabellón del Deporte Pionero.
Para esa época ya Carlos Mario era un renombrado dirigente en el país. Se había iniciado en labores técnicas en el baloncesto superior en 1985 como asistente en la dirección de los Maratonistas de Coamo. En 1986 fue nombrado en igual capacidad por los Leones de Ponce y estuvo hasta 1989.
Su primera oportunidad como coach en propiedad se la dio Guayama en 1990 y en sus primeros dos años allí clasificó a los Brujos para las series postemporada.
Regresó a Ponce como asistente en 1992 y los Leones se proclamaron campeones nacionales. Coamo lo nombra como su dirigente en el 1993.
En 1994 y 1995 dirige los Taínos de Mayagüez. Regresa a la selva en 1996 como asistente del dirigente Julio Toro y al diezmados por las lesiones y por la huida de su semifinal contra Carolina.
En 1998 y 1999 dirige nuevamente a los Brujos y los clasifica para las series en ambas temporadas, en el 2000 no actúa debido a sus compromisos en la Universidad Católica, en el 2001 vuelve a Coamo donde realiza un gran trabajo con los Maratonistas. En ese torneo termina dirigiendo a San Germán, quinteto al que guió a las series.
Los Leones lo nombraron como su dirigente en propiedad por primera vez en el 2002 y responde dándole a su pueblo un campeonato nacional, convirtiéndose en el primer ponceño en dirigir a los Leones a un titulo. También ostenta de ser el primer ponceño en dirigir un juego de estrellas y ganarlo en el Auditorio Juan “Pachín” Vicéns en el 1990. En el 2002 volvió a dirigir en el Juego de estrellas en Ponce.
En el 2005 logró su segundo campeonato nacional con Arecibo. Luego de su campeonato con Arecibo, ha sido dirigente en Isabela, Humacao, Guaynabo y Bayamón.
En los años 2012 y 2013 dirigió el equipo Huracanes de Republica Dominicana.
Dirigente fogoso sin que esa fogosidad le hiciera perder sus altos valores éticos, morales y cristianos. Nunca se quitó, tenaz, virtud que junto a su estudio y comprensión de las técnicas del baloncesto le permitió lograr éxito en el baloncesto en todos los niveles, que sabía inspirar dejando abiertas las vías de comunicación con sus jugadores.
Que En Paz Descanse Carlos Mario Rivera
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