El pasado 28 de julio en Ponce se inauguró un nuevo concepto gastronómico; El Balcón de la Cruceta by Finca EmachEl.
Ubicado en los balcones de la emblemática estructura custodiada por el Museo Castillo Serrallés, el restaurante cultural El Balcón de la Cruceta se presenta oficialmente este jueves, 28 de julio de 2022, tras largos meses de arduo trabajo y planificación.
Además de conocer el proyecto, los asistentes disfrutaron de coctelería exclusiva, presentaciones artísticas y el atardecer desde una de las mejores vistas de la Ciudad Señorial.
El Balcón de la Cruceta nace de “Finca EmachEL”, propuesta que comenzó como un carretón de viandas y frutos frescos del país en el mercado de Plaza del Caribe en Ponce. Pronto, el proyecto agroempresarial evolucionó, y el producto local fue del carretón a la cocina. Así, Finca EmachEl comenzó a preparar y vender al público lo que pronto se convertiría en sus especialidades: sancocho con arroz blanco, sopas y jugos naturales. Durante este periodo, el proyecto familiar continuó desarrollándose exitosamente y logró sobrellevar con esfuerzo los retos del paso del huracán María por Puerto Rico, que afectó sus operaciones durante dos meses. Lamentablemente, en 2020, los temblores y la pandemia obligaron al cese de sus operaciones en “La Placita de Plaza”, luego de siete años de crecimiento. Sin embargo, esta difícil decisión no hizo que Michelle López y Emmanuel Vargas, la joven pareja de empresarios detrás de Finca EmachEl, desistieron de expandir el proyecto y establecer un restaurante en apoyo a los agricultores, los agroempresarios y el producto local de alta calidad. Luego de presentar la propuesta de negocio a diversas entidades, el Patronato del Castilló Serrallés acogió el proyecto con interés.
Desde que abrió sus puertas, en El Balcón de la Cruceta se ha convertido en una parada obligada para los visitantes de dentro y fuera de Puerto Rico, un espacio de deleite cultural y buen comer en Ponce. Próximamente, el restaurante extenderá sus horarios y ofrecerá también desayunos; su meta es que, sin importar el día, todos se lleven una probadita de lo mejor de nuestra cultura puertorriqueña.
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