Especial por Gerardo L. Berrios - El 2 de mayo de 2019, el líder y maestro Rafael Hernández Colón partió a la Eternidad. Así, hoy 2 de octubre, por ser fecha 2, hay el recuerdo. Recordar a Rafael Hernández Colón es justicia, respeto, admiración y nostalgia; y lecciones de vida, en que lo mayor era colocar al Eterno primero..
* Parece que fue ayer cuando Rafael Hernández Colón escribió la tesis sobre el Estado Libre Asociado de Puerto Rico; que afirmó su sabio intelecto sobre la ideal e innovadora fórmula, captó la atención de Luis Muñoz Marín, y le llevó al servicio público.
* Parece que fue ayer que desde sus méritos como estudiante y lo profesional, Rafael Hernández Colón llegó a ser Secretario de Justicia, y luego Senador.
* Parece que fue ayer que luego de la primera derrota electoral del Partido Popular Democrático, Rafael Hernández Colón llegó a presidir al Partido y afirmarlo en sus mejores bases con liderazgo de vanguardia.
* Parece que fue ayer cuando el mensaje de Rafael Hernández Colón convenció a este servidor, aún sin tener edad para votar; pero consciente de la gran causa, inspirados en Muñoz Marín y al son de "Rafael, Puerto Rico cree en él".
* Parece que fue ayer cuando el país logró enfrentar retos de impacto a nivel mundial, echar pa'lante, progresar y lograr un rol brillante en toda la región gracias a la obra de Rafael Hernández Colón; obra que con descripción descentralización, municipalización, cultura, salud, seguridad, educación y las áreas que definen buena calidad de vida, se hizo historia.
* Parece que fue ayer la etapa en que, fuera de las responsabilidades electivas, Rafael Hernández Colón regresó a la cátedra y sus tareas, y siguió aportando y sirviendo en la forma ejemplar que superó las fronteras partidistas e ideológicas, como verdadero líder, maestro, patriota y procer.
* Parece que fue ayer que recibí dos de las mayores bendiciones de mi vida: Hacer tareas para Rafael Hernández Colón, y presentarle a mi madre; Rafael brilló por su inagotable energía, firmes convicciones y ejemplar sentido de organización, pero en verdad su luz era su vivo cristianismo, humildad, visión de arte y orden, pensamiento profundo y calidad humana.
Hoy, al recordar a Rafael Hernández Colón, veo que su visión tiene razón, poder y vigencia para hacer patria. Las lecciones de vida inspiran y edifican a las generaciones. Que haya real respeto y suma atención a todos los que estuvieron con Rafael de una u otra forma, o se identifican con él, o dan testimonio de liderazgo con corazón en la vocación, o promueven nuestras instituciones con buenas raíces y capacidad de crecimiento y estabilidad.
Comparto un abrazo especial con la familia de Hernández Colón, con el señor Víctor Otaño (quien fue Director Ejecutivo de la Fundación Biblioteca Rafael Hernández Colón) y con cada alma llamada a forjar desde la Fundación.
Ante los recuerdos y motivos de gratitud, la lágrima es inevitable. Mi madre falleció en el 2016 y sigue siendo para mí un punto de referencia. Eso se amplió con Rafael en el cielo.
Hernández Colón siempre recordó a su madre y eso me confirmó lo mucho que hizo y consagró desde la fe y la vena de amor de buen hijo. Ahora más que nunca sigo perseverando y creyendo en él, en Rafael.
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