Declarar la profesión de ingeniería como una esencial, desarrollar diferenciales de compensación para estos y crear conjuntos de proyectos, fueron parte de las propuestas realizadas durante un cónclave de ingenieros y funcionarios gubernamentales, celebrado en el Capitolio con el fin de mitigar la crasa falta de ingenieros en la Isla.
La senadora por acumulación, Keren Riquelme, quien fue la que convocó la reunión, impulsada por el interés en que se asegure la continuidad de construcción de viviendas para adultos mayores y adultos con impedimentos, sostuvo que estará radicando legislación para implementar algunas de las ideas presentadas en la reunión, la cual se extendió por varias horas.
“Hemos tenido la oportunidad de escuchar a nuestros ingenieros, tanto dentro de la estructura gubernamental, como en la empresa privada. También recibimos el insumo del sector académico; todos juntos buscando una alternativa real y aplicable para mitigar la falta de ingenieros en Puerto Rico, situación que ya tiene su efecto con el atraso en proyectos de reconstrucción desde el huracán María hasta Fiona. Las ideas presentadas serán evaluadas con mucha atención, pero de igual forma, con sentido de urgencia ante la realidad que hemos visto”, comentó la Senadora.
Entre los presentes se encontraba el director ejecutivo de la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT), Edwin González, el presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores, Faustino González, el rector de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, Agustín Rullán, la rectora del Recinto de Ponce, Tessie Cruz, así como representantes del Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América, la Universidad Interamericana, la pontificia Universidad Católica y el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), entre otros.
De acuerdo con los invitados, la disparidad en compensación salarial entre los ingenieros de Puerto Rico y los estados de la unión es ‘bien fuerte’. Inclusive, en el gobierno la Junta de Supervisión y Administración Financiera todavía no aprueba el nuevo plan de clasificación y retribución para la ACT, lo que hace difícil el reclutamiento de nuevo personal técnico, entre estos ingenieros.
“Lo primero que estamos estudiando es la posibilidad de radicar una resolución para evaluar la posibilidad de declarar la profesión de ingeniería como ‘esencial’ en Puerto Rico; idea presentada por la Asociación de Contratistas y apoyada por los presentes en el foro. De igual forma, nuestro equipo legislativo estará auscultando la viabilidad de establecer parámetros para la unión de proyectos. Por ejemplo, sabemos que proyectos pequeños de construcción no tienen tanta salida, de hecho, la Autoridad de Carreteras y Transportación nos informó que muchas obras consideradas pequeñas no reciben ni una propuesta en el proceso de subasta. Esto porque hay falta de ingenieros y otros profesionales. Quizás unir estos proyectos en una sola plataforma sea un camino a seguir para impulsar la ejecución de los mismos”, añadió la legisladora del Partido Nuevo Progresista.
La declaración de profesión esencial podría permitir enfocar mayores recursos para fomentar el crecimiento de la matrícula de ingenieros licenciados, entre otros beneficios.
“De igual forma, estaremos comunicándonos con la Junta para ver cómo ayudamos a la aprobación del plan de clasificación y retribución para la ACT. Esta es una corporación pública que apenas tiene una plantilla de poco más de 700 empleados, de más de 3,000 hace varios años atrás. Los actuales salarios no son competitivos y eso hace que se dificulte el reclutamiento de ingenieros, entre otros profesionales”, sostuvo Riquelme.
Reportajes periodísticos señalan que en Puerto Rico apenas existen unos 2,000 ingenieros civiles con licencia vigente. Además, que la Universidad Politécnica que, de acuerdo con el Presidente del Colegio de Ingenieros, graduaba entre 120 y 150 ingenieros civiles cada año.
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