La anticipación estaba en el aire, y el evento no decepcionó en lo absoluto. La exclusiva velada de vinos espumosos en El Placero, que tuvo lugar el pasado miércoles 16 de agosto, dejó una impresión marcada en todos los asistentes. Organizado por los placeros Rafa Asencio y Miguelina Rodríguez, este evento prometía una experiencia sofisticada y llena de sabor, y definitivamente cumplió con creces esa promesa.
Desde el momento en que los invitados tomaron sus lugares en el mágico ambiente de El Placero, quedó claro que la noche sería especial. Las burbujas de emoción y anticipación parecían emular las burbujas de los espumosos que estaban a punto de ser degustados. La elección de vestir de blanco añadió un toque de elegancia a la velada, creando un ambiente donde el lujo y la sofisticación se fusionaron de manera perfecta.
La experiencia fue guiada magistralmente por un dos maestros sommelier de Ballester Hermanos, Angel Mercado y Miguel Leon, cuyos conocimientos y pasión por los vinos se hicieron evidentes en cada detalle. Los espumosos seleccionados para la noche fueron una obra maestra por sí mismos. El Garden Spritza de Chandon, con su balance entre lo dulce y lo amargo, cautivó los paladares. El Ruffino Prosecco, producido con uvas de agricultura orgánica, demostró ser fresco y vibrante, un verdadero deleite.
Los sabores sutiles y las burbujas efervescentes alcanzaron nuevas alturas con el Anna de Codorníu. Y para la gran final, el MOET IMPERIAL, con sus toques de manzanas verdes y frutas cítricas, selló la experiencia de una manera inolvidable.
Pero la noche no solo fue sobre las bebidas; la cocina de Rafy Asencio añadió un toque de perfección al evento. Desde el principio, con un gelato y macarrones que desafían la imaginación, hasta la pancetta con spread de aguacate y cebollas caramelizadas que elevó los sentidos, cada plato fue un complemento perfecto para los espumosos. Sobre el filet mignon que cerró la noche solo podemos decir "bravo Rafy, bravo".
En última instancia, la noche demostró que El Placero es un verdadero refugio para los amantes de las experiencias únicas. Los regalos a las participantes fue un toque especial e inesperado. El ambiente, la compañía y, por supuesto, los exquisitos vinos espumosos, crearon un recuerdo que permanecerá con cada asistente. El evento no solo fue un éxito, sino que confirmó que El Placero está comprometido en brindar momentos que trascienden lo común.
La exclusiva velada de vinos espumosos en El Placero no solo superó las expectativas, sino que estableció un estándar para futuros eventos. No se puede dejar de mencionar la maestría y el esfuerzo detrás de cada detalle, desde la selección de vinos hasta la creación de los platos exquisitos. Felicitaciones a Rafa Asencio y Miguelina Rodríguez y a todo el equipo por un evento verdaderamente inolvidable y a El Placero por ser el anfitrión perfecto.
¡Esperamos con ansias futuras ocasiones para deleitarnos con experiencias igualmente extraordinarias!
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